Florece principesca
a la vera del camino,
en mi recorrido distraído
me abofetea los ojos
turbando mi razón,
se levanta radiante,
bella,
erguida y majestuosa.
De tallo fuerte y seguro
con pétalos de luz
y pistilos celestiales.
Dueña de sublime Encanto ,
es extraña, es inigualable,
es una flor rara y única
que llama mi atención
y se apodera por completo
de mis suspiros.
A veces me pregunto ¿Qué mal provoqué?, ¿A quién lastimé?, Busco en el interior De mis recuerdos Y no encuentro la causa. Me siento cansado, Sin fuerzas para luchar, En éste instante Sé que claudiqué, Amor… Ya no te buscaré, Tampoco te esperaré. Disfrutaré de ver A todos felices contigo, Y yo tan solo… Con mi vida seguiré.